En mi primero crucce de natación casi abandone: me salvo un tipo que ni siquiera lo sabía de esto

Cuando yo era un niño y luego adolescente, admiraba la natación, pero nunca tuvo la oportunidad de asistir a una escuela y mucho menos un club con piscina. Aprendí a nadar como los chicos de mi edad y mi tiempo aquí, en Florianópolis, en sus propias playas de Isla de Santa Catarina en Brasil.

Más tarde estudié Licenciatura en Educación Física envolvido siempre en los deportes, la natación, pero siempre ha sido mi punto débil.

Después, mi vida profesional y algunas decisiones que tomé, me puse muy sedentaria y también fume cigarrillos durante muchos años. Pero hace unos años, decidió cambiar mi estilo de vida. Dejé de fumar y empeze a nadar todos los días como una forma de hacer ejercicio sin lastimar mis rodillas porque me había ganado también un "kilinhos" extras.

Animado por mis amigos y estudiantes de la Universidad Federal de Santa Catarina (Florianópolis) puedo hacer mi primer crucce de 1500m y en principio de nadé más fuerte de lo que debería y cuando llegué a la primera boya a 500 metros era muy cansado y yo tenía la cuerda que estaba atada a ella. Entonces pensé en pedirle que me tire a la playa. Yo lo vi pasar a mi lado un hombre que nadaba el dar vueltas con un solo brazo (él otro perdió el movimento en un accidente). Entonces en ese momento, aprendí otra lección: Si a pesar de enormes dificultades, el hombre fue a completar esa prueba, nadando con un brazo, ¿cómo puedo con dos brazos y dos piernas que dejar de completar. Así que dejé la cuerda y completé esta prueba y nunca dejé de nadar ...

A veces le digo a esta historia para animar a cualquier persona en la natación, o sobre algunas dificultades en la vida. El otro día le dije a Léia de la organizacion www.travessias.com de una sorpresa que me dejó sin habla y no podía contar esta historia en el momento. Ella me llamó para entregar las medallas en una entrega de premios, donde fue el atleta que había servido como un estímulo para mí. Fue un honor, un placer y una gran emoción!

Aquí hay una foto del momento. El nombre del atleta que me dio esta lección de la perseverancia es Marcos Aurélio Gonçalves tercero lugar en la foto, que me abraza.